El último rastro que seguimos era la huella del oso polar. El horizonte comenzaba a ponerse rojo y en un par de horas tendríamos que estar bajo techo.
Me daba tanta pena que apenas podía respirar.
-Amo a ese animal
-Lo se, yo también.
El viento del ártico nos limpiaba la cara y con eso las ultimas gotas de vacías que quedaban en nuestros cuerpos.
Después de eso, el mundo cambio.
whiskey de dios
Hace 5 años
2 comentarios:
precioso :)
no, el escrito...
tu! :)
Humphrey "la locomotora" Bogart:
escribí un testo basado en una idea que tenía hace rato dando vueltas y que, claro, se dió fácil escribir mientras debía estudiar.
ahora que la leo, me hace mucho sentido para el tango.
si ves este mensaje, andas de ánimo y la conversación que ahora sostienes con tu silla se torna aburrida, te invito a leerlo
un abrazo grande
marlon
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